"Os espelhos estão cheios de gente.
Os invisíveis nos vêem.
Os esquecidos se lembram de nós.
Quando nos vemos, os vemos.
Quando nos vamos, se vão?"
Eduardo Galeano: Espelhos

quinta-feira, 28 de junho de 2012

La educación de niños y jóvenes mexicas

El calmecác fue el principal centro educativo de la nobleza mexica. Un sector de los sacerdotes del calmecác participaba en la guerra y podia ascender en la jerarquia militar. Quienes conseguian más de cuatro cautivos alcanzaban el estatus de tequihua, "el que tiene un trabajo". De esta élite se elegian a los funcionarios públicos y a los capitanes de guerra.

La educación, como en el presente, desempeñaba el papel de preparar a la niñez y a la juventud para las distintos oficios que requeria la sociedad: labradores, guerreros, sacerdotes y jefes. A las mujeres se les enseñaban las tareas domésticas, suas futuras obligaciones como esposas.

Desde el nacimiento hasta los quince años de edad, aproximadamente, la educación se impartia esencialmente en el hogar: el varón a cargo del padre y la niña a cargo de la madre. En los primeros años el niño aprendia a llevar agua, a recoger los granos de maiz desparramados por el suelo y acompañaba a su padre al mercado. La niña, entretanto, aprendia de su madre los quehaceres del hogar como cocinar o hilar. A partir de los siete años y hasta los catorce, aproximadamente, los varones aprendiam a labrar, a pescar, a conducir canoas sobre la laguna; en tanto que las mujeres hilaban algodón, barrían la casa, mollan el maiz y hacian las tortillas. Existian los castigos corporales con el fin de lograr la obediencia y alejar a los jóvenes del ocio, el robo o del chisme.

A los 15 años los jóvenes entraban en la escuela, de la que existian dos tipos: el telpuchcalli, "casa de solteros", donde los hijos de la gente común de los barrios aprendian las artes y los oficios así como el manejo de las armas, también la obediencia a las normas religiosas y a las tradiciones. Cuando alcanzaban el estatus de telpopochtin, jóvenes, servían de escuderos a guerreros experimentados hasta que ellos mismos comenzaban a pelear. El futuro como guerrero dependia de la cantidad de cautivos que lograban presentar en sacrificio, cuando alguno lo conseguía se convertia en tlamani, cautivador.

Al cumprir la edad de 20 años era común que los jóvenes se casaran y se convirtieran en jefes de familia. Quienes no properaban como guerreros quedaban alejados del ejército, aunque podian ser requeridos para cumplir servicio militar. La mayoria se convertia en tributario y en miembro de las cuadrillas que realizaban obras públicas al mando de los jefes de los barrios.

El otro tipo de escuela era llamado calmecác, "casa de lágrimas", donde los hijos de los nobles se instruían en los deberes sacerdotales, del gobierno y de la guerra; en el calmecác, además, se promovía el trabajo intelectual: ciencia, lectura y escritura, adivinación, poesia e historia.

Otra posibilidad para los jóvenes de ganar un lugar en la sociedad estaba en el oficio artesanal y en el comercio. Se iniciaban como ayudantes de mercadores experimentados a lo largo de las rutas comerciales, cumpliendo a veces funciones guerreras. Con el tiempo llegaban a acumular riquezas que en parte dedicaban al sacrificio ante los dioses. Gracias al éxito económico y al fervor religioso llegaban a convertirse en pochtecatlaloque, que significa señores mercadores. Estos personages formaban un consejo para normar la actividad comercial.

GÓMEZ MENDÉZ, Sergio Orlando. Historia 3: A través de los Tiempos de México. México: Prentice Hall, 1998. p. 35.

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